7 indicadores clave de rentabilidad y cómo interpretarlos
Una forma efectiva de analizar el desempeño financiero de un negocio es a través de la revisión, evaluación y comparación de sus estados financieros. Aun así, para obtener información más valiosa, es importante calcular y analizar los indicadores financieros de la empresa. Dentro de los más relevantes se encuentran aquellos que indican la rentabilidad de la compañía.
A continuación examinaremos algunos de los indicadores más comunes, con el objetivo de proporcionarte una comprensión más profunda de las diferentes herramientas que puedes utilizar para evaluar la rentabilidad y tomar decisiones estratégicas bien informadas.
¿Qué son los indicadores de rentabilidad?
Los indicadores de rentabilidad son herramientas financieras que se utilizan con el fin de evaluar la eficiencia y la capacidad de una empresa para generar ganancias en relación con su inversión. Estos indicadores se usan, asimismo, para medir la capacidad de una organización para brindar beneficios para sus accionistas y propietarios.
Importancia de los indicadores de rentabilidad
Son importantes porque ayudan a los inversores, los analistas financieros y los gerentes a evaluar la salud financiera de una organización y su capacidad para generar beneficios a largo plazo. Estos indicadores también pueden serles útiles a los gerentes para identificar áreas de mejora en la eficiencia y en su estrategia de negocio.
Además, sirven para comparar la rentabilidad de un negocio con la de otros en su sector y evaluar el rendimiento financiero en relación con las expectativas de los accionistas y los objetivos de la dirección; proporcionan asimismo una imagen clara de la capacidad de la empresa para generar ganancias y evaluar su eficiencia en relación con su inversión.
Por lo tanto, son significativos para una compañía ya que pueden atraer el interés de los inversionistas. Cuando una empresa genera ganancias sólidas, esto demuestra a los inversores que tiene un futuro estable. Así, se les transmite confianza para realizar futuras inversiones. En otras palabras, una buena rentabilidad anima a los inversores a unirse y a invertir libremente, aumentando así el valor de la organización.
Además, son esenciales para la toma de decisiones corporativas estratégicas. Por ejemplo, al comparar los ratios de rentabilidad de diferentes empresas en una misma industria, es posible identificar cuáles son las líderes en términos de rentabilidad y qué estrategias están utilizando para lograrlo.
Los indicadores de rentabilidad también pueden ser útiles para identificar posibles problemas financieros. Por ejemplo, si una organización tiene un bajo margen de beneficio, esto puede indicar que sus costos son demasiado altos en comparación con sus ingresos. En cambio, si un negocio tiene un bajo retorno sobre el capital empleado puede ser una señal de que no está utilizando sus recursos de manera eficiente.
Los 7 indicadores de rentabilidad más relevantes
El cálculo de los indicadores de rentabilidad permite lograr dos objetivos importantes: comparar la rentabilidad de diferentes proyectos en un mismo sector, y determinar si el capital invertido está generando una rentabilidad suficiente para justificar su inversión. Estos son algunos de los más importantes.
1. Margen de beneficio
El margen de beneficio es la cantidad de dinero que se obtiene después de deducir los costos de producción o ventas. Es uno de los indicadores más comunes y útiles para medir la rentabilidad de un negocio y la eficiencia en cuanto a la generación de ganancias. Este indicador es importante porque permite conocer las ganancias que obtiene por cada unidad de venta.
El beneficio neto se refiere a la cantidad de dinero que queda después de restar los costos y gastos de las ventas totales. Se calcula dividiendo el beneficio neto entre las ventas totales y multiplicando el resultado por 100 para obtener un porcentaje.
Por ejemplo, si un negocio tuvo ventas totales de 100.000 y un beneficio neto de 20.000, el margen de beneficio sería del 20%. Esto significa que, por cada peso, obtiene 20 centavos de ganancia.
Es importante destacar que el margen de beneficio varía de una industria a otra. Es necesario comparar el margen de beneficio de una organización con el promedio de la industria para obtener una visión más clara de su rendimiento.
Fórmula del margen de beneficio y cómo interpretarlo
Margen de beneficio = (Ingresos - Costos) / Ingresos
Por ejemplo, si una sucursal tiene ingresos de $100.000 y costos de $70.000, el margen de beneficio sería:
Margen de beneficio = ($100.000 - $70.000) / $100.000 = 0,3 o 30%
2. Retorno sobre la inversión (ROI)
El retorno de inversión (ROI, por sus siglas en inglés) es el indicador financiero que mide la rentabilidad de una inversión. Se trata de una métrica que se utiliza para determinar la eficacia de una inversión y se expresa en forma de porcentaje. El ROI compara el beneficio obtenido con el costo de la inversión realizada. En general, cuanto mayor sea este, mayor será la rentabilidad de la inversión.
Fórmula del retorno sobre la inversión y cómo interpretarlo
El cálculo del ROI se realiza dividiendo el beneficio neto de una inversión entre el costo de la inversión, y luego se expresa como un porcentaje. La fórmula matemática para calcular el ROI es la siguiente:
ROI = (beneficio neto / costo de inversión) x 100%
El beneficio neto es el ingreso total obtenido por la inversión, menos los gastos directos asociados a ella. El costo de inversión incluye todos los gastos que se realizan para llevar a cabo la inversión, como la compra de equipo, software y la contratación de personal.
Es importante tener en cuenta que el ROI debe utilizarse en conjunto con otros indicadores financieros, ya que no proporciona información completa sobre el rendimiento de una inversión. Por ejemplo, el ROI no considera el tiempo que tarda en generar un retorno, por lo que una inversión con este indicador más bajo podría ser más rentable a largo plazo.
A manera de ejemplo, una empresa de fabricación de muebles está pensando en adquirir una nueva máquina de carpintería que tiene un costo de $50.000. Espera que la máquina produzca $20.000 en ingresos adicionales en el primer año y que aumente en un 5% cada año en los próximos cinco años. Además, espera ahorrar $5000 en costos laborales debido a la automatización proporcionada por la nueva máquina.
Otra forma de calcular el ROI sería dividir la ganancia neta total (ingresos adicionales más ahorro de costos) entre el costo de la inversión, y luego expresar el resultado como un porcentaje. Recuerda que la fórmula es la siguiente:
ROI = (ganancia neta total / costo de inversión) x 100%
Supongamos que, después del primer año, generó $20.000 en ingresos adicionales y ahorró $5000 en costos laborales, lo que significa que la ganancia neta total es de $25.000. Al dividir $25.000 entre el costo de la inversión de $50.000, se obtiene 0,5. Al multiplicar 0,5 por 100% se obtiene un ROI del 50%.
Esto significa que la compañía puede esperar recuperar su inversión inicial en dos años y generar ganancias adicionales en los próximos años.
3. Margen de contribución
Es un indicador que mide cuánto contribuye un producto o servicio a los ingresos totales después de cubrir los costos variables. El margen de contribución se enfoca en cuánto dinero sobra después de cubrir los costos variables directos asociados con la producción o venta de un producto o servicio.
Fórmula del margen de contribución y cómo interpretarlo
Margen de contribución = ingresos totales - costos variables totales
Donde los ingresos totales son todos los ingresos generados por la venta de un producto o servicio, y los costos variables totales son todos los costos directamente relacionados con la producción o venta de ese mismo producto o servicio. Al restar los costos variables de los ingresos totales se obtiene el margen de contribución.
Una vez que se ha calculado el margen de contribución, se puede utilizar para determinar cuánto dinero se destina a cubrir los costos fijos de la empresa y cuánto a generar ganancias. Los costos fijos son aquellos que no cambian independientemente del volumen de ventas o producción, como el alquiler de una fábrica o los salarios de los empleados administrativos.
Un alto margen de contribución indica que un producto o servicio está generando una cantidad significativa de ingresos en relación con sus costos variables y, por lo tanto, puede ser más rentable para la organización. Por otro lado, un margen de contribución bajo indica que los costos variables son altos en comparación con los ingresos generados, lo que puede indicar la necesidad de ajustar los precios o reducir los costos variables asociados a la producción o venta del producto o servicio.
Es importante destacar que el margen de contribución no tiene en cuenta los costos fijos. Para conocer la rentabilidad neta de un producto o servicio, se debe tener en cuenta tanto el margen de contribución como los costos fijos relacionados con la producción y venta del mismo.
Entonces, la fórmula para calcular el margen de contribución es:
Margen de contribución = (Precio de venta - Costos variables) / Precio de venta
Por ejemplo, si el precio de venta de un producto es de $50 y los costos variables son de $20, el margen de contribución sería:
Margen de contribución = ($50 - $20) / $50 = 0,6 o 60%
4. Rentabilidad por cliente
Es un indicador financiero que mide el beneficio que un cliente genera para una empresa. Es importante porque ayuda a comprender cuáles clientes son más rentables y a enfocar sus esfuerzos en atraer y retener a aquellos clientes que generan más beneficios.
Una compañía podría gastar diferentes cantidades por cliente dependiendo del segmento de mercado al que pertenezca. Por ejemplo, si vende productos de lujo, es probable que gaste más por cliente en marketing, publicidad y atención al cliente para proporcionar una experiencia exclusiva y diferenciada. Por otro lado, si comercializa productos de uso diario y su mercado objetivo es masivo, es probable que los gastos por cliente sean menores.
También es importante tener en cuenta el valor del ciclo de vida del cliente, es decir, la cantidad de ingresos que se espera obtener de un cliente durante todo el tiempo que haga negocios con la organización. Si el valor del ciclo de vida del cliente es alto, entonces puede justificar gastos más elevados por cliente para adquirir y mantener su negocio a largo plazo.
Por otro lado, algunos clientes pueden ser más costosos que otros debido a sus necesidades o demandas específicas. Por ejemplo, un cliente que requiere personalización o servicios adicionales puede necesitar más recursos y, por lo tanto, ser más costoso. Además, algunos clientes pueden ser menos rentables debido a su bajo volumen de compra o a sus negociaciones de precios más agresivas. Por lo tanto, es importante que evalúe el costo-beneficio de adquirir y retener diferentes clientes para garantizar una rentabilidad sostenible.
Dar seguimiento a un cliente de forma individual puede ayudar a establecer una relación más estrecha y duradera con él, lo que puede conducir a una mayor satisfacción y lealtad del cliente. Aquí hay algunos pasos que puedes seguir para dar seguimiento a un cliente de manera efectiva:
Conoce a tu cliente: antes de empezar a hacer el seguimiento a un cliente es importante conocerlo. Averigua su historial de compras, sus intereses y preferencias, y cualquier otra información relevante que puedas obtener.
Establece una comunicación efectiva: una vez que conozcas a tu cliente, establece una comunicación efectiva con él. Asegúrate de que el cliente se sienta valorado y escuchado, y responde de manera oportuna cualquier pregunta o inquietud que pueda tener.
Personaliza la comunicación: utiliza su nombre, haz referencia a compras anteriores y ofrece productos o servicios que se ajusten a sus intereses y necesidades.
Haz un seguimiento regular: mantén una comunicación regular con el cliente, ya sea por medio de llamadas telefónicas, correos electrónicos, boletines informativos o redes sociales. Asegúrate de que el cliente se sienta valorado y de que estás dispuesto a ayudarlo en todo momento.
Ofrece incentivos: brinda incentivos para fomentar la lealtad del cliente. Esto puede incluir descuentos, promociones especiales, puntos de recompensa o cualquier otro tipo de aliciente que pueda resultar atractivo para el cliente.
Realiza un seguimiento después de la venta: después de que el cliente haya realizado una compra, realiza un seguimiento para asegurarte de que esté satisfecho con el producto o servicio. Esto puede ayudarte a identificar cualquier problema o preocupación que pueda tener, y a tomar medidas para resolverlos.
Para calcular la rentabilidad por cliente se necesitan dos elementos clave:
Los ingresos que el cliente genera para la empresa: estos pueden provenir de cualquier fuente, ya sea ventas directas, comisiones o cualquier otro ingreso relacionado con ese cliente en particular.
Los costos asociados con atender a ese cliente: estos pueden incluir los costos de producción, el costo de adquisición del cliente y cualquier otro costo vinculado.
Fórmula de la rentabilidad por cliente y cómo interpretarla
Rentabilidad por cliente = ingresos generados por el cliente - costos asociados con atender al cliente
Supongamos que un servicio de consultoría desea calcular la rentabilidad por cada uno de sus clientes. En primer lugar, deberá identificar todos los costos asociados a la prestación de servicios a cada cliente específico. Estos costos pueden incluir:
Costos directos: son aquellos que están directamente relacionados con la prestación del servicio, como los salarios de los consultores, los gastos de viaje y alojamiento, los materiales de oficina utilizados en el proyecto, etc.
Costos indirectos: son aquellos que no están directamente relacionados con la prestación del servicio, pero que son necesarios para que pueda operar, como el alquiler del local, la electricidad, el seguro, etc.
Una vez identificados todos los costos asociados a un cliente en particular, el negocio debe sumarlos para obtener el costo total de prestar servicios a ese cliente. Por ejemplo, si los costos directos de prestar servicios a un cliente son de $20.000 y los costos indirectos son de $5000, el costo total sería de $25.000.
A continuación, la empresa debe determinar los ingresos generados por ese cliente en particular. Por ejemplo, si el cliente pagó $35.000 por los servicios prestados, entonces los ingresos serían de $35.000.
Por lo tanto, la rentabilidad por ese cliente en particular se calcula como:
Rentabilidad por cliente = (Ingresos - Costos) / Costos
En el ejemplo dado, la rentabilidad por cliente sería:
Rentabilidad por cliente = ($35.000 - $25.000) / $25.000 = 0,4 o 40 %
Esto significa que obtuvo una rentabilidad del 40 % por prestar servicios a este cliente en particular. Con esta información, puede determinar cuáles clientes son más rentables y enfocar sus esfuerzos en trabajar con aquellos que generan mayores ganancias. También puede analizar los costos asociados a cada cliente para encontrar maneras de reducir los costos y mejorar la rentabilidad en general.
Ejemplos de costos asociados con el cliente pueden incluir:
Costos de adquisición: para atraer y adquirir nuevos clientes, como la publicidad, el marketing y los gastos de ventas.
Costos de retención: necesarios para mantener a los clientes existentes, como el servicio al cliente, la gestión de cuentas y el soporte técnico.
Costos de producción: asociados con la producción o entrega de bienes o servicios para los clientes, como los costos de materiales, la mano de obra y los gastos generales.
Costos de servicio: vinculados al servicio al cliente, como la resolución de problemas y la atención al cliente.
Costos de administración: relacionados con la administración de cuentas de clientes, como el personal de contabilidad y los gastos generales.
Costos de oportunidad: asociados con las oportunidades perdidas debido a la atención prestada a un cliente específico, en lugar de a otros clientes o actividades comerciales.
Es importante tener en cuenta que los costos asociados con cada cliente pueden variar según el tipo de negocio y la industria. Por lo tanto, es crucial identificar y medir los costos relacionados con cada cliente para determinar este tipo de rentabilidad, y tomar decisiones informadas sobre cómo mejorar la rentabilidad en el futuro.
5. Retorno de inversión publicitaria (ROAS)
Este indicador mide el retorno de inversión de una campaña publicitaria. Es una medida útil para evaluar la efectividad de una campaña publicitaria y ajustarla en consecuencia.
El ROAS (Return on Advertising Spend) es una métrica utilizada en el ámbito del marketing digital para medir la eficacia de una campaña publicitaria en línea. Se usa para evaluar cuántos ingresos se generan por cada dólar invertido en publicidad. Es similar al ROI, pero se enfoca específicamente en los resultados de las campañas publicitarias.
Fórmula del retorno de inversión publicitaria y cómo interpretarlo
ROAS = ingresos generados por publicidad / costos de publicidad
Supongamos que una compañía invierte $10.000 en publicidad en línea durante un mes y, durante ese mismo mes, genera $50.000 en ingresos directamente atribuibles a la publicidad en línea. En este caso, el ROAS sería:
ROAS = $50.000 / $10.000 = 5
Esto significa que por cada dólar invertido en publicidad, la empresa obtuvo cinco dólares en ingresos. Un ROAS de 5 sería considerado un buen resultado en términos generales, aunque esto puede variar según la industria y el tipo de negocio.
El ROAS también puede calcularse para cada canal publicitario individual, como Google Ads, Facebook Ads, Instagram Ads, entre otros. Esto permite a los especialistas en marketing digital identificar qué canales están generando más ingresos por dólar invertido y ajustar su estrategia de publicidad en consecuencia.
Por ejemplo, una campaña podría tener un ROAS diferente para cada plataforma.
ROAS (Facebook Ads) = 2,2
ROAS (Instagram Ads) = 3,8
ROAS (Google Ads) = 4,5
En este caso, lo más recomendable sería revisar por qué los anuncios en Facebook tienen un rendimiento menor.
Aunque la fórmula es simple, es posible que encuentres dificultades al recopilar los datos necesarios para realizar este cálculo. Por ejemplo, calcular el costo de un anuncio no siempre resulta sencillo. Tendrás que considerar el costo de la oferta del anuncio, el costo de la mano de obra para crear los activos creativos, los gastos del proveedor y las comisiones de afiliados.
Para mejorar tu ROAS, podrías considerar reducir el gasto en anuncios y revisar tus campañas publicitarias. Tal vez desees optimizar tus páginas de destino o replantear tus palabras clave negativas. Sin embargo, es importante recordar que no debe evaluarse aisladamente. Es fundamental analizar otros datos y métricas para obtener una imagen completa del retorno de inversión.
6. Indicador de margen bruto
Este análisis permite saber si una organización está generando beneficios a pesar de los gastos. Esta métrica se suele expresar en porcentaje.
Fórmula del margen bruto y cómo interpretarlo
El margen bruto se calcula dividiendo el beneficio bruto entre las ventas. El beneficio bruto se obtiene de la diferencia entre las ventas y el costo de ventas. Por lo tanto, la fórmula es la que sigue:
Margen Bruto = (Ventas - Costo de Ventas) / Ventas
Es posible que el resultado de este indicador sea negativo si el costo de ventas es mayor que las ventas totales.
Por ejemplo:
Margen Bruto = (160.000- 270.000) / 160.000 daría un resultado de -0,6. o -60%
En este caso, la fórmula del margen bruto indica que hay una pérdida del 60%.
En general, el margen bruto indica qué parte qué parte de los ingresos es una ganancia. Por ejemplo, si el margen bruto fuera de 24%, esto significaría que una compañía habría obtenido 0,24 centavos de beneficio por cada peso invertido. De esta forma los inversores pueden saber qué tan eficiente es la empresa con cada dólar que invierten en ella.
7. Indicador de rentabilidad neta del activo
Este analiza los ingresos netos y los activos totales. Los activos de una empresa son aquellos bienes inmuebles y derechos que le pertenecen y determinan su actividad comercial, por ejemplo: la maquinaría, el software, la materia prima, las herramientas, las inversiones, las patentes y más.
Otra forma de interpretar esta métrica es la medida en que una compañía convierte su inversión en activos en ganancias. Esta métrica se calcula dividiendo el beneficio neto entre el total de activos de la empresa.
Fórmula de la rentabilidad neta y cómo interpretarla
Rentabilidad Neta = Beneficio Neto / Activo Total
Por ejemplo, supongamos que un startup de videojuegos obtiene un beneficio neto de 10.800 pesos en su primer año, y que sus activos totales alcanzan los 250.000 pesos.
Rentabilidad Neta = 10.800 / 250.000
Esto daría como resultado:
Rentabilidad Neta = 0,043
Si lo expresamos en porcentaje tendríamos que la rentabilidad neta, en este caso, sería de 4,3%. En este caso, por cada peso invertido en los activos, el comercio estaría recibiendo 43 centavos de retorno. Si esta métrica ha ido aumentando con el paso del tiempo, significa que ha hecho que su inversión genere ingresos.
Después de haber explorado varios ejemplos de análisis de indicadores de rentabilidad, es importante considerar cómo aplicar el análisis de ratios financieros en tu propio emprendimiento. Si quieres mejorar tu empresa, debes realizar un seguimiento de su desempeño a lo largo del tiempo. Comprender el desempeño financiero de tu negocio te permitirá impulsar futuras campañas de marketing y ventas y tomar decisiones más informadas.