¿Qué es el liderazgo Laissez Faire? Características y ejemplos.
El liderazgo es fundamental en el mundo empresarial. Resulta necesario para lograr los objetivos impuestos por un corporativo e influye en la capacidad de tomar decisiones, así como en el modelo organizativo y la eficiencia de la empresa.
Sin el reconocimiento de ciertas capacidades, virtudes o características que hacen del líder un miembro esencial de los equipos, no podríamos distinguir a un Bill Gates de un Warren Buffet o un Ray Kroc, entre otros. Pero ¿qué sucede con los líderes de empresas más modestas? ¿Qué modelo de liderazgo es recomendable en negocios pequeños y medianos?
Pues bien, el liderazgo laissez faire es una opción muy interesante en estos tiempos en los que el trabajo se ha descentralizado gracias a las telecomunicaciones y los esquemas como el home office y los modelos híbridos.
¿Qué es el liderazgo laissez-faire?
El laissez-faire es un modelo de liderazgo de corte liberal, que pretende crear equipos de trabajo autónomos, capaces de trabajar de forma independiente sin que el líder deba intervenir para tomar decisiones.
Este modelo de liderazgo presupone una gran libertad y capacidad para decidir de los equipos de trabajo. De hecho, hay quienes definen el liderazgo laissez-faire como el modelo opuesto al líder tradicional, que toma todas las decisiones en una empresa y se ostenta como el único capaz de dirigir las acciones de cada miembro.
Visto de esta forma, puede parecer el mejor modelo, pero lo cierto es que hay que conocer sus características para saber si se adapta a tu empresa o no. Después de todo existen muchos tipos de liderazgo.
Aunque puede dar la impresión de ser un modelo más pasivo de liderazgo, en realidad está empoderando otras áreas en las que un líder debería despuntar en estos tiempos.
Autonomía
Apertura a nuevas ideas
Apoyo
Confianza
Reconocimiento
Características del liderazgo laissez-faire
1. Concede libertad de acción a su equipo
Este tipo de liderazgo permite que los miembros del equipo tengan mucha más libertad que bajo cualquier otro estilo, como podría ser el autocrático e incluso el democrático.
El liderazgo laissez-faire destaca por ser el más liberal. Un líder de este tipo estará en contra de cualquier mecanismo de vigilancia, siempre y cuando se cumplan los objetivos del proyecto en tiempo y forma.
2. Asume una postura neutra
Los juicios sobre los colaboradores quedan excluidos en este tipo de liderazgo, ya que no suele haber interés en calificar a los miembros del equipos.
Si existe un parámetro para valorar la importancia de cada miembro es el cumplimiento de sus tareas para que el proyecto avance adecuadamente. Aparte de esto, el líder no suele asumir un rol tan estricto de monitoreo.
3. Se enfoca en evaluar el trabajo
El líder laissez-faire tiene un solo objetivo: evaluar el trabajo de su equipo. Para ello tiene que echar mano de cualquier herramienta que facilite esta tarea.
Como dijimos, este tipo de liderazgo se adecua muy bien a los modelos de trabajo a distancia e híbridos, por lo que la tecnología desempeña un rol muy importante.
Además, debido a que no existen mecanismos de monitoreo y control, la evaluación del trabajo se realiza conforme a parámetros de éxito, cumplimiento de entregas, fechas límite. También se consideran muy importantes las propuestas de valor y las ideas que puedan volver más eficientes las tareas del equipo.
4. Promueve la especialización
La especialización tiene un papel muy importante cuando hablamos de liderazgo laissez-faire. Cada miembro del equipo puede estar encargado de unas cuantas labores, cuando no de una sola. Pero estas contadas tareas requieren un nivel de especialización muy alto.
Es por ello que un líder de esta naturaleza estará más enfocado en promover la especialización de los miembros de su equipo que en la resolución de tareas repetitivas, de las cuales se puede encargar un algoritmo fácilmente.
Los cursos, capacitaciones, seminarios y estudios de posgrado son algunas actividades que los empleados tendrán que asumir como parte de su responsabilidad.
5. Fomenta la independencia operativa
Con un equipo tan especializado y consciente de su rol en la empresa, un líder laissez-faire suele fomentar un nivel de independencia operativa que le permite ausentarse por periodos prolongados, con el objetivo de evaluar los avances del proyecto y contemplar rutas de trabajo más eficientes.
Por lo general, un líder laissez-faire en algún momento de su vida ha sido un colaborador bajo este mismo esquema. Por lo tanto, sabe lo que significa en términos creativos la independencia operativa.
Además de que los equipos aprecian tener control sobre su tiempo y sus actividades diarias, esto promueve el sentimiento de valoración y responsabilidad. Por supuesto que la comunicación resulta vital para que todos tengan presentes las metas, los avances y los problemas que surgen en el camino.
Un buen líder tiene que congregar a todos sus elementos para que la comunicación fluya, sin hacer de esto una actividad aburrida, lenta y burocrática.
Ventajas y desventajas del liderazgo laissez faire
Como cualquier modelo de liderazgo, este conlleva ciertas ventajas y desventajas que tendrás que analizar para sacar el mejor provecho de las características que listamos en la sección anterior. Veamos en qué consisten.
Ventajas
Las empresas mejoran la autonomía de sus equipos y se reducen los procesos burocráticos.
Los equipos pueden seguir operando incluso en ausencia del líder.
La reducción de tareas de seguimiento, reportes y formularios fomenta el incremento de las sinergias y la creatividad.
Los líderes pueden concentrarse en realizar análisis estratégicos para su área en vez de monitorear las actividades del equipo.
Los empleados ponen a prueba sus capacidades y constantemente buscan mejorar.
Desventajas
Si no existen una cultura empresarial enfocada en alcanzar los resultados y las herramientas adecuadas, es posible que los equipos no completen sus entregas.
En caso de perderse la noción del trabajo en equipo esto pude provocar un nivel de competencia perjudicial entre los miembros del equipo.
La comunicación es una de las áreas fundamentales; si se descuida, los miembros del equipo podrían perder de vista loas avances y objetivos del proyecto.
Si el líder pierde de vista la motivación de sus colaboradores, el equipo puede comenzar a disminuir su rendimiento. Esta tarea también le corresponde al área de recursos humanos.
Si no hay confianza mutua entre los miembros del equipo y el líder, se corre el riesgo de que cada uno trabaje en objetivos personales y no en beneficio del equipo.
Falta de compromiso por parte del líder y una compenetración escasa con los miembros del equipo, lo que tiende a disgregarlos.
Como puedes ver, este tipo de liderazgo requiere una cultura empresarial que beneficie la comunicación, la gestión individual y la consecución de los objetivos empresariales sin perder de vista las necesidades de cada empleado.
Solo con el balance necesario entre liderazgo, equipos de trabajo y cultura laboral se pueden lograr los resultados que cualquier empresa necesita: rendimiento y generación de valor.
¿Dónde se aplica el liderazgo laissez faire?
Este modelo de liderazgo es especialmente útil cuando una empresa implementa equipos autodirigidos en alguna de sus áreas; recordemos que estos equipos se definen de la siguiente manera:
"Los equipos autodirigidos son aquellos grupos de personas que trabajan en un proyecto que les fue asignado por la alta dirección, pero que cuentan con independencia sobre las tareas a realizar y libertad para tomar decisiones que ayuden a conseguir resultados favorables para la compañía".
Los equipos suelen valorar un liderazgo mucho más liberal que cualquier otro modelo tradicional, ya que potencia sus ventajas: la confianza en sus capacidades, el aprendizaje constante, la autonomía al tomar decisiones y la comunicación constante, en un tono informal.
Además, el liderazgo laissez-faire resulta especialmente útil cuando:
Se cuenta con equipos especializados, con un alto nivel de capacitación y experiencia.
Los miembros del equipo tienen la motivación necesaria para cumplir con sus tiempos de entrega sin necesidad de que alguien monitoree sus avances.
Las condiciones laborales en cuanto a organización y remuneración recompensan la responsabilidad y el compromiso de los miembros del equipo.
Por lo tanto, un líder laissez-faire será tan bueno como lo sean los miembros de sus equipos y los parámetros empresariales que rigen la cultura laboral.
Ahora bien, si no te sientes cómodo en esta piel o simplemente este estilo no encaja en la empresa donde laboras actualmente, puedes elegir un tipo de liderazgo que resulte más apropiado a tu personalidad, metas y objetivos.
Recordemos que estos estilos no son rígidos, y suelen combinarse de formas muy creativas, de acuerdo con cada persona, para crear modelos de liderazgo tan diversos como nosotros mismos.
3 ejemplos del liderazgo laissez faire
1. Google
Esta empresa se encuentra entre las mejores del mundo para trabajar. Y es que cualquiera desearía ser parte de esta empresa, por los salarios competitivos, las comodidades que ofrecen sus instalaciones, así como las zonas de recreo y esparcimiento a las que tienen acceso los empleados.
Además de todo esto, el estilo de liderazgo en los equipos creativos se puede considerar laissez-faire, ya que permite que los trabajadores gocen de libertad para tomar sus propias decisiones. Fomenta el desarrollo de ideas nuevas y la autogestión de los recursos a disposición de los empleados.
La clave del éxito es que la empresa valora la creatividad por encima de cualquier otra cosa. Por esa razón han creado diferentes mecanismos que permiten a los empleados cultivar su creatividad, trabajar conforme al ritmo que requiere cada proyecto y permitir una gran movilidad dentro y fuera de la empresa.
La libertad que Google fomenta en sus empleados llega a tal punto que cualquiera puede usar una de las bicicletas para dar un paseo por las instalaciones o incluso pasar un tiempo con las tres mascotas de la empresa, unos canes muy lindos que son el deleite de la mayoría.
2. Empresas que fomentan la creatividad
¿Qué tienen en común un despacho de diseño gráfico, una agencia creativa, un estudio fotográfico, una empresa de desarrollo de software y una agencia de publicidad?
Todas ellas se dedican a crear valor a partir de la innovación y la creatividad de cada uno de los miembros del equipo.
Se trata de empresas que concentran a profesionales que se han dedicado a especializarse en cualquiera de las actividades que acabamos de mencionar: fotógrafos, diseñadores, creadores de contenido, programadores y demás.
Existen muchas empresas que encajan en esta definición.
También podemos mencionar empresas como Valve, Apple, Sony y Riot Games, por mencionar solo algunos desarrolladores de software y videojuegos.
En estos corporativos, al margen de su tamaño, es posible encontrar las características del liderazgo laissez-faire, ya que es el modelo que mejor se adapta a este tipo de equipos, acostumbrados a tener el control sobre los procesos de trabajo.
Además, este liderazgo fomenta la creatividad de los profesionales, incentiva la especialización y el desarrollo de sus habilidades.
También podemos mencionar que las empresas que se basan en la creatividad o dependen de ella, suelen adoptar modelos de liderazgo híbridos, a la medida de sus necesidades, aunque casi siempre son muy semejantes al estilo laissez-faire.
3. Banqueros, empresarios y un presidente
Por tratarse de un modelo muy próximo al pensamiento liberal del siglo XIX, el liderazgo laissez-faire tuvo grandes exponentes durante todo el siglo XX.
Herbert Hoover, ingeniero de profesión, secretario de comercio y presidente de los Estados Unidos.
Andrew William Mellon, banquero, empresario y filántropo con un gusto muy destacado por las colecciones de arte.
Warren Buffett, empresario e inversionista, considerado como uno de los hombres más ricos del mundo, solo por detrás de Bill Gates y Jeff Bezos.
¿Qué tienen en común? En primer lugar, supieron convertirse a sí mismos en líderes ejemplares, con un estilo que se basaba en la confianza en sus subalternos.
Por lo general se les podía encontrar en su despacho u oficina, trabajando en los proyectos que tenían en mente, y no detrás de los empleados que estaban a su cargo.
Tenían muy claro que, para que una empresa avance, cada quien debe hacer su trabajo, al máximo de sus capacidades.
Hoy en día el liderazgo laissez-faire conserva su esencia, un estilo liberal enfocado en la independencia, la confianza y quizá un poco más centrado en el fomento de la creatividad de los trabajadores.